Opinión: Liduvina Mendez
Estamos en una etapa de la educación en la cual se hace evidente la necesidad de una formación autónoma y responsable del estudiante y, para ello, uno de los pasos para lograr estas mejoras en nuestros futuros ciudadanos es aplicar una evaluación formativa en las aulas, tanto de manera remota como de manera presencial. Asimismo, aplicar evaluación formativa de manera asíncrona como de manera sincrónica. Aplicar evaluación formativa en las aulas virtuales y en las aulas presenciales.
Como docentes nuestra estrategia de educación debe partir por desarrollar, aplicar y ejecutar una evaluación formativa constante en el estudiante y, “por qué” se preguntarán ustedes o “cómo evidenciamos esa necesidad”, pues ahora voy a compartir con ustedes una breve anécdota que me ha llevado la reflexión que ahora les comparto.
Vivimos una época en la cual uno de los privilegios que abrazamos es la libertad de expresión, lo cual se aplaude, ya que nos permite conocer en qué posición estamos respecto a lo que quisiéramos. Así, el sistema educativo en general es bastante criticado y de hecho, se deben aplicar mejoras. Y, para aplicar mejoras eficaces y que cumplan el objetivo que todos buscamos: una mejor educación para nuestros niños, adolescentes y universitarios.
Así, para aplicar mejoras, debemos partir por escuchar a nuestros estudiantes, lo que piensan respecto a la educación que se les imparte. En ese sentido hago llegar a ustedes una de las tantas opiniones de una de nuestras estudiantes estadounidenses quien ha publicado en su red social la frustración que siente respecto al sistema educativo de su país.
Ensayo escrito y recitado por Abby Gillmer (@abby_gillmer), una usuaria estadounidense de la red social tik tok.
“No se preocupen por nuestra generación* sabemos resolver “X”. Puede que no sepa cómo cambiar un neumático o cómo hacer un cheque o incluso cómo pagar los impuestos, pero sé resolver la maldita “X”. Sé cómo hacer un ensayo de cinco párrafos en 40 minutos y sé que Cristobal Colón descubrió América en 1942. Sin embargo, no sé cómo comprar una casa o cómo hacer un curriculum y no sé aplicar a una calificación crediticia; entonces, qué nos están enseñando realmente. Me enseñan cómo memorizar, recitar y después olvidar. Me enseñan que su clase es más importante que mi bienestar físico y mental, me enseñan cómo funcionar con dos horas de sueño después de hacer un trabajo que me asignaron que ni siquiera se fijarán cómo lo hice. Me enseñan que la escuela ya no se trata de educación, sino de recitar las cosas como a ustedes les gusta. ¿Qué nos están enseñando realmente? Nos enseñan a odiar lo que más quiero amar, que es aprender.”
Texto traducido por Luz Libias
*Hace referencia a la generación Z, generación posmilenial o centenial.
Respecto a este ensayo se rescata la necesidad de aplicar una evaluación formativa y el trabajo con tareas auténticas que ahora analizaremos.
Las metodologías de enseñanza evolucionan y la necesidad actual de nuestros estudiantes no es aprobar el año escolar, no es memorizar las fechas de los acontecimientos, es entender lo que aprenden y volcarlo positivamente en su desarrollo como personas. El objetivo de la evaluación formativa es que el estudiante sea responsable de su aprendizaje de manera autónoma y que construya conocimientos que le permitan desarrollar una opinión analítica, fundamentada, crítica y autocrítica. Por ello la importancia de desarrollar una evaluación formativa en nuestros estudiantes, una evaluación formativa trascendental para su desarrollo como ciudadanos responsables para generar cambios y mejoras en su entorno.
El objetivo de la evaluación formativa es que el estudiante sea responsable de su propio aprendizaje de manera autónoma y que construya conocimientos que le permitan desarrollar una opinión analítica, fundamentada, crítica y autocrítica. – Liduvina Mendez
Reflexionando sobre el ensayo escrito por Abby, es evidente que los estudiantes exigen una evaluación formativa en la aulas, en este ensayo se plantea de manera clara la importancia y la necesidad de aplicar una evaluación formativa en nuestro día a día como docentes de aula, cuando hablamos de una evaluación formativa diaria no hablamos de poner una calificación diaria, sino de evaluar cómo está aprendiendo el estudiante y que el estudiante sea consciente de su aprendizaje más allá de la nota que obtenga en el curso, el estudiante debe desarrollar ese espíritu autónomo, hacerse responsable de su propio aprendizaje, pero eso no lograremos mientras se coloque notas en el registro por cualquier acción que el estudiante realice. Solo lo lograremos si persistimos en que primero es aprender antes que obtener una nota. Por lo cual debemos fomentar una evaluación formativa en los docentes, en nuestros estudiantes y, en sus padres, de tal forma que se interiorice que una evaluación formativa promueve y mejora el aprendizaje del estudiante.
cuando hablamos de una evaluación formativa diaria no hablamos de poner una calificación diaria, sino de evaluar cómo está aprendiendo el estudiante y que el estudiante sea consciente de su aprendizaje más allá de la nota que obtenga en el curso
Otro de los factores que permiten mejorar el aprendizaje es que se planteen tareas relacionadas al contexto, por ejemplo, cuando Abby menciona que sabe resolver “X” y no sabe cómo pagar los impuestos, plantea la necesidad de realizar y aplicar tareas auténticas con nuestros estudiantes. Las tareas auténticas les permitirá conocer y relacionar la función X con su desenvolvimientos en un día común y que los estudiantes sean conscientes de que cada aprendizaje es importante para su desarrollo como ciudadanos responsables y autónomos, con ideas analíticas y una visión de amplias posibilidades para su desenvolvimiento en la sociedad.
Las tareas auténticas les permitirá conocer y relacionar la función X con su desenvolvimientos en un día común y que los estudiantes sean conscientes de que cada aprendizaje es importante para su desarrollo como ciudadanos responsables y autónomos, con ideas analíticas y una visión de amplias posibilidades para su desenvolvimiento en la sociedad. – Liduvina Mendez
